Cada curso me enamoro de mis alumnos, tantas veces como días tiene un año. Qué suerte tengo!!! Y cada año elijo una canción que representa mis deseos para ellos. Una vez que crecen y se van, esa canción desaparece para los siguientes. Se queda para siempre en mi vida. Como un sueño, lleno de emociones, recuerdos, risas y sentimientos. Los que viví con ellos. Es un regalo que les hago y me hago a mí misma. Dentro de unos años, escucharé esa canción y todos esos sentimientos que guardé en esa canción, me alegrarán el día, me darán fuerzas y me recordará que si ellos pueden con todo, YO TAMBIÉN. A ellos les pasará lo mismo. Recordarán que mínimo eran capaces de hacer más de 20 ejercicios al día. Nunca tuvieron miedo de participar en algo nuevo. Subieron hasta el nivel Universitario y más. Son únicos y poco importa lo que la gente diga. Son buenas personas y nos respetamos para ser más felices. Todos tenemos unas habilidades distintas. Aprendieron que de los errores se aprende y que se